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DISCULPE!  PAGINA EN CONSTRUCCION

 

MENDOZA   -  ARGENTINA

POR UNA COMUNIDAD DIFERENTE

Las cuatro razas y los cuatro elementos hermanados en las cuatro direcciones

 

PRINCIPAL  -  INTRODUCCION  - QUIENES SOMOS  -   ACTIVIDADES  -  FOTOS  -  BLOG  -  LINKS  -  CONTACTENOS

 

Origen del Nombre (extraído de http://www.quechuanetwork.org/glosario.cfm?lang)

Reseña de la Organización

Ecoaldea o Aldea de Auto-gestión

1.      Introducción

2.      Programas y Subprogramas

 

 

Origen del Nombre

(extraído de http://www.quechuanetwork.org/glosario.cfm?lang)

Ayllu

Llamado también comunidad en español, es la base fundamental de la sociedad originaria andina.  Conformada por agrupaciones de familias por parentesco de sangre, localidad, o reunidos por un objetivo común.  Todos sin excepción son miembros de la comunidad, los niño(a)s son parte del Ayllu desde la edad de 2 años.  La responsabilidad, servicio y cuidado que el Ayllu provee se suma a la de los padres, de la misma manera el Ayllu tiene la capacidad de velar y proveer servicios para los ancianos y discapacitados.  La responsabilidad del bienestar y progreso de la comunidad recae en cada uno de sus miembros.  Dentro del Ayllu existe también una estructura de participación, liderazgo, incentivos y mecanismos para garantizar su buen y permanente funcionamiento.  Por consiguiente el Ayllu es proveedor de bienestar social, moral y espiritual en forma horizontal sin dejar cabida a la discriminación, avaricia individual, diferencias o preferencias entre sus miembros.  Uno es parte de la comunidad y la comunidad es parte de uno.

El Ayllu  o la unión de familias– son moléculas que forman la comunidad indígena, o también, cumple la función de una célula.  Asegura la vida del organismo social completo asegurando su propia vitalidad interna.  La vida no es sino la unidad armónica de las células que se multiplican y organizan.  Los ayllus multiplicándose organizadamente crearon el Tawantinsuyu...  Los miembros del ayllu viven sin prisa y sin pausa, sin competencias ni jerarquías petrificadas, sin miedo a desaparecer, porque otros asegurarán la sobrevivencia comunal, donde nadie es indispensable, y a la vez, todos son necesarios.

Ni en el universo ni en el ayllu el individuo existe. La sociedad fue antes que el humano individual. Nadie dijo: voy a cuidar de mí solo, no me importa el ayllu. En el Tawantinsuyu hubiera sido tan absurdo como si la hoja dijera a la planta: no me importas tú, voy a cuidar de mí sola. Fuente: RAMIRO REYNAGA WANKAR TAWA INTI SUYU (Lima 1989) (Regresar al principio de la  página)

 

Reciprocidad

La reciprocidad ha sido el concepto fundamental para el funcionamiento equilibrado de las áreas socio-económicas de las culturas milenarias de los andes y la cultura Inka en particular.  Dar y recibir, o viceversa (y mejor si es dar más que recibir), son los dos componentes básicos que mantienen el momentum eterno del círculo de la vida de las comunidades andinas e indígenas en general.

Este "hoy por ti, mañana por mi" es una especie de ayuda comunitaria que en el tiempo es retribuido practicado en las fiestas del Gran Poder donde se manifiesta como demostración de cariño, demostración de capital económico, devolución de algún cariño anterior o solo de demostrar el apoyo al preste o pasante de la fiesta. (Regresar al principio de la  página)

 

Ayni, Minga o Minka

Ayni es la reciprocidad entre los miembros del Ayllu, o sea, la comunidad por el bien común.  Desde mucho antes que el sistema del Ayllu y Ayni fuera instaurado en el Tawantinsuyu como normas estructurales básicas de la nación, ya se practicaban en forma escatimada a lo largo y ancho de los en forma no estructurada.

Para el alcance de la armonía total en todos los niveles socio económicos, el concepto del Ayni o Minga debía cumplirse por voluntad propia o por mandato de ley.  El Ayni básico era practicado entre familias, comunidades, pueblos, para luego pasar a niveles regionales o suyos.

Reciprocidad es el concepto (el qué) y Ayni es la forma de aplicar este concepto (el cómo).  Para el hombre andino, el Cosmos-naturaleza siempre funcionó y siempre funcionará basado en el Ayni.  Por ejemplo, la tierra alimenta a las plantas, las cuales a su vez generan oxígeno el cual sostiene la vida de animales, los cuales también cumplen funciones especificas haciendo que se cumpla una armonía total.  Todo elemento de la naturaleza DA y RECIBE para contribuir a un bien común, LA VIDA es en armonía.  Fue el Sapa Inka Pachakuteq quien incorporó estas leyes de la naturaleza como leyes fundamentales básicas para que rigieran en el Tawantinsuyu.  El resultado fue el sustentabilidad económica en todos los rincones del reino con provisiones que garantizaban el bienestar y alta nutrición de cada uno de sus habitantes.  (Regresar al principio de la  página)

 

Ayni y Minga van mas allá de lo físico

Para el hombre andino la naturaleza es también la fuente divina, fuente de energía sublime infinita que mantiene la pureza espiritual de la humanidad.  La energía espiritual cumple también un proceso de reciprocidad en Ayni.  De acuerdo a los principios de dualidad y Yanantin (los opuestos), nuestras vidas se rigen por la interacción de dos tipos de energía.

1) Energía refinada o Sami

Energía pura, infinita, sublime o refinada denominada Sami.  Su fuente reside en el Hanan Pacha o Mundo Superior.  Allí existe lo más puro de la creación en el tiempo y espacio.  Todos los elementos de la creación irradian energía pura.  Los más palpables y visibles en la vida diaria y cercanos a nuestro ser son Tata Inti (Sol), Mama Killa (Luna), Pachamama (Naturaleza-tierra), Apu (Montaña), Mamaqocha (Lagos y Océanos) y así sucesivamente.

El Gran Espíritu Wiraqocha creó al ser humano con la capacidad de razonamiento y capacidad de decisión, haciendo al ser humano como el único ser de la creación que también tiene la capacidad de generar e irradiar energía refinada y energía densa.  Según la tradición andina, los elementos de la naturaleza no crean energía “buena o mala”, solamente energía refinada y densa (o energía que necesita ser reciclada y purificada).

2) Energía densa o Hucha

Este tipo de energía, denominada Hucha, se considera energía desarmonizada.  Se dice que cuando uno no practica Ayni o no vive en armonía con las personas o la naturaleza, éste genera mas energía densa que causa un desbalance en el ser humano.  Esto se exterioriza en mal genio, estrés, enfermedades, peleas, etc.  Basta con reconectarse nuevamente con la fuente de energía Sami por medio de ritos y meditación para restablecer el óptimo balance físico-espiritual en forma directa o en comunidad.  Conceptos como pecados, demonio o confesión de pecados son ajenos a la espiritualidad del mundo indígena.  El tipo de energía Hucha tiene como repositorio el Ukhu Pacha o Mundo Interno.  El Tawantinsuyu fue conquistado, no por la astucia o poder de los ibéricos sino porque en la más alta cúpula gubernamental inka, los hermanos Huascar y Atahualpa dejaron de practicar Ayni tal como lo mandaban las leyes morales y judiciales.

Para el hombre andino e indígena en general, el medio óptimo de comunicación del alma o espíritu es el sentimiento o el cariño.  Estos sentimientos son transmitidos entre familias, comunidades, generaciones en el tiempo y espacio (Pacha) a través de ritos, meditación, canciones, danzas que son las que transmiten con mayor vividez el sentimiento espiritual familiar y colectivo.  La palabra o escrituras no fueron la base de la religión o espiritualidad andina debido a que los Inkas sabían que la palabra y la escritura son formas muy deficientes para la comunicación espiritual**.

El mundo intermedio o el mundo donde residen o interactúan estas dos energías se llama Kawsay Pacha.

Los tres mundos de la espiritualidad andina son agrupados bajo el nombre Taripay Pacha.  Estos tres mundos viven dentro de nosotros y al mismo tiempo están en todo nuestro alrededor.  Vivir una vida en la que los tres mundos estén alineados o en completa armonía es lo óptimo para el ser humano.  La profecía Inka describe que cuando la humanidad alcance el punto masa-crítica y suficiente gente obtenga este punto óptimo, el nivel de conciencia colectivo se alzará, llevando a la humanidad a un nivel más alto donde la armonía entre hombres y la naturaleza irá gradualmente reestableciéndose.

* Los nombres en quechua de las energías pertenecen a la zona del Cusco, los nombres varían de acuerdo a cada región. "Guardianes del Conocimiento Ancestral" (2001) Joan Parisi Wilcox.
** Los Inkas al igual que otras culturas antiguas de los Andes contaron con escritura y simbología muy avanzada. "El Legado de los Amautas" (1990), William Burns.    
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Reseña de la Organización

DISCULPE!  EN CONSTRUCCION

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Ecoaldea o Aldea de Auto-gestión

 Un lugar de compromiso humano y humanitario

1.      Introducción

En casi todos los lugares del mundo en la actualidad  se sufre de un nuevo mal, la insatisfacción constante producida por la vorágine del mundo moderno, vacío pero lleno de fantasías efímeras.  Esta paradoja, que surge de tomar como modelo vital una vida llena de comodidades y consumo, sólo provoca un círculo vicioso donde las cosas que se desean no se alcanzan, porque a medida que uno se acerca, nuevas modas, tecnologías o publicidades desvanecen las metas y se deslizan a otras nuevas.  El resultado es la eterna carrera tras ellas, produciéndonos cada vez más frustraciones.  Nuestra actualidad agrega además el aislamiento de los seres humanos, egoísmo y egocentrismo, relaciones fáciles y fugaces, falta de compromiso y solidaridad... se arriesga lo mínimo pero se trata de conseguir lo máximo, generalmente se apuesta a nada que signifique sino una satisfacción material.

La misma actitud se extiende al mundo que nos rodea, que maximiza los beneficios con escasa consideración sobre el impacto de nuestras decisiones sobre la tierra, los ecosistemas, o hasta el agua o el aire, aún sabiendo que nos son vitales.  Las ciudades dondequiera que estén, son centros de contaminación de todo tipo, y poco lugar queda en ellas para las buenas prácticas de la familia y la comunidad.  Mientras tantos, nuevas y nuevas olas de migración a centros urbanos, provocadas por la deserción desde el campo, hace estériles los esfuerzos de los gobiernos por mejorar el bienestar general de las personas, que se van hacinando en las ciudades.

Es casi lógico encontrar gente que quiere abandonar todo, irse de las ciudades, volver a los espacios abiertos, escapar del ruido, o tan sólo descansar… únicamente para volver al terminar el fin de semana a la rutina desesperanzadora de oficinas y papeles.  Alienación.  Se han perdido los lazos con la realidad, y más aún, con la naturaleza que nos dio origen.

¿Cuál sería la solución?  Seguramente sería no perderse en la marea humana de las ciudades, mantener lazos con los principios básicos que nos sustentaron desde el principio de los tiempos, dándole otra vez sentido a la vida, con una búsqueda constante de desafíos y soluciones no materiales, en un marco de condescendencia y solidaridad, construyendo y enseñando valores, contrayendo responsabilidades...  (Regresar al principio de la  página)

La colmena

Desde muy antiguo las comunidades nativas se agruparon en aldeas no muy numerosas, desarrollaron sus actividades en forma sencilla y sin abusos, sea del número de sus miembros, del medio ambiente o de los recursos de los que dependían.  Lo cierto es que las culturas nativas aprendieron poco a poco los conceptos de respeto hacia lo que los rodeaba, sus recursos, la diversidad, la escasez y la administración económica racional.  Algunas cosas se aprendieron de la forma absurda, extinguiendo mamuts con su caza indiscriminada, pero esto enseñó a aquellos cazadores a tecnificar la caza, sobre todo, a tomar sólo lo que necesitaban.

La unicidad de los nativos con el universo fue transgredida, primero por el derecho de propiedad y luego por la maximización de los beneficios en todos los órdenes.  Las praderas de caza fueron arrebatadas y destinadas a actividades productivas para quienes no producían, y éstos a su vez, se dedicaron a la administración o al comercio.  La producción tuvo que extenderse a aquellos que no producían, los que generalmente se dedicaron a acumular bienes, produciendo cada vez menos “servicios”.  Así el intercambio o trueque tuvo que ser reemplazado por bienes de cambio y posteriormente por el dinero, lo que trajo aparejado mayores males como el poder y la riqueza.

Hoy la mayoría de las culturas modernas se ufanan del “capitalismo”, pero las cifras de hoy hablan por sí solas del fracaso de este sistema que hemos perfeccionado.  Paradójicamente se continúa en esta carrera alocada que beneficia sólo a unos pocos en perjuicio de la mayoría, los que son ignorados bajo diferentes argumentos.  La extinción de especies y bosques, la desertificación, la hambruna, la intoxicación de suelos, agua y aire, son algunos de los beneficios de éstas culturas “avanzadas”.

En medio de esta desquiciada carrera aparecieron hace unos cuarenta años algunas comunidades que no buscaban la preponderancia de poder, la riqueza o lo material, sino autoabastecerse de lo necesario respetando el entorno tratando de preservarlo sin modificarlo, buscando el desarrollo espiritual más que le material, el desarrollo de relaciones interpersonales antes que las personales.  Volvieron a utilizar conceptos ancestrales de simpleza, austeridad, humildad y armonía, buscando el crecimiento de sus componentes, viviendo junto a la naturaleza y no en contra de ella, en libertad pero con respeto, tratando de difundir a quienes lo deseen los valores y conceptos fundamentales para la convivencia y armonía sobre la tierra.

Estas comunidades empezaron a parecerse a pequeñas colmenas donde la reina es el planeta, la tierra misma.  La tierra concebida como lo hacían los griegos, “Gaia” un ser vivo en continuo cambio.  Una tarea que se sabe dura y laboriosa, pero que produce elementos o principios que resultan benéficos para nutrir y preservar la descendencia, haciendo que los mismos valores y conductas trasciendan proyectándose al futuro en la perfección del alma en armonía con el universo.  (Regresar al principio de la  página)

Los pilares

El modelo más simple de estas comunidades se basa en tres conceptos necesarios: lo individual, lo social y lo ambiental, lo que está en correspondencia con la forma de relacionarse: hacia adentro con uno mismo y el sentido individual de lo espiritual; y hacia fuera, con los demás en comunidad o con el medio ambiente en lo ecológico.  Se lo compara con las tres patas necesarias para sostener una mesa.  Estos pilares brindan continuidad, seguridad y equilibrio, están en todo momento basados en lo posible y realizable, y con un ánimo de trascendencia o permanencia, que se denomina sustentabilidad.

Cada individuo mantiene un conjunto de creencias y conductas que generalmente están guiadas por la cultura, pero en la soledad de su alma también guarda un lugar para sus convicciones espirituales.  Ambas conforman la plataforma de la personalidad con que hará frente al mundo y sus habitantes.

En la vida de relación con los semejantes, socialmente, la comunidad proporciona al individuo estabilidad, seguridad, confianza, comunicación entre todos sus miembros, oportunidades aprendizaje y de crecimiento, apoyo, contención, y un marco de referencia ético y moral que se considera válido.  Estos factores fortalecen las relaciones entre sus miembros.  Se construye así una cultura con características propias y particulares, haciendo propicio el enseñar y aprender, potenciar talentos, creatividades o habilidades, artes y aptitudes, mucho mejor si se hace en un ambiente no competitivo, que no premie la productividad o el beneficio personal sino el de la comunidad toda.

Expandiendo las personalidades de sus miembros, una comunidad está completa si se mantiene espiritualmente activa, si deja espacio para la expresión sus miembros, para sus creencias y celebraciones, para sus creaciones o la proyección de sus deseos y anhelos, las que no cercenan orígenes o credos, sino que fomentan la pluralidad a través de cualquier expresión, sea de arte, danza, música, o cualquier  expresión de lo espiritual.

Finalmente, en lo ecológico, las personas deben vivir en armonía con su medio ambiente, conociendo sus fortalezas y debilidades, sus tiempos y ritmos, sus posibilidades y capacidades, sus límites, los aspectos biológicos naturales y la capacidad de continuar su ritmo natural sin ser influido por las actividades del grupo humano.   (Regresar al principio de la  página)

Los objetivos

Una ecovilla es un lugar de comunidad en paz y armonía, con características específicas de autosustentabilidad, autogestión, completa diversidad, holística, con convivencia y cultura propias, y un estilo de vida basado en el trabajo, el esfuerzo, la simpleza y el ingenio.

En ella se trata de: promover y profundizar las expresiones más nobles humanas como la ética, la paz, la civilidad, los derechos humanos, de los animales y del planeta, el amor y la armonía, o cualquier otro valor universal trascendente; educar a sus miembros y la comunidad en estos valores y principios; mantener los ambientes ecológicamente autosustentables; desarrollar actividades bajo estos conceptos, sean productivas, agrícolas, energéticas o comunitarias; investigar, desarrollar o mejorar lo relacionado con las ciencias naturales, el medio ambiente y el patrimonio primordial ecológico, preservando la flora y la fauna, contribuyendo a la recuperación de aquellos afectados o en vías de extinción, y también desarrollando nuevos entornos; investigar, desarrollar o mejorar lo relacionado con la medicina natural y preservación de la salud física y mental, y la prevención de enfermedades, mediante actividades físicas y espirituales, terapias alternativas conocidas y basadas en hierbas naturales; promover la cultura, la defensa y conservación de sus valores fundamentales; promover, estimular o apoyar la formación de núcleos similares, sea por iniciativas propias o en conjunto con otras instituciones de profesionales, investigadores o personas de conocida trayectoria; organizar, realizar o participar en actividades de difusión de objetivos alcanzados que puedan beneficiar a un mayor número de personas, por eventos, publicaciones, intercambio, u otro medio de difusión o asesoramiento gratuito.

La Ecovilla basa su economía en principios simples de sostenibilidad, y va progresivamente liberándose de la dependencia de bienes materiales externos, a la vez que desarrolla sus propios hasta lograr su total independencia.  No se busca el excedente en ninguna de las actividades, pero si se produjere, se utiliza para el intercambio con alguna organización similar por alguno que a aquella le resultare también excedente.  Lo mismo es para todas otra actividad productivas, las que siempre deberá ser para consumo propio y no para el comercio o intercambio.  Sólo se trata que algunas actividades, como las artesanías o talleres puedan servir para sustentar aquellos elementos que no sea posible lograr mediante intercambio, como son algunos combustibles o materias primas que no existan en la zona y no sea aconsejable su producción o elaboración.

El orden social, basado en la convivencia pacífica y espiritual con vínculos sencillos de amistad y respeto mutuo, prioriza la búsqueda espiritual antes que la material, manteniendo una equilibrada salud biológica-mental y emocional de los miembros.  En ella, ellos aportan sus habilidades y capacidades propias en beneficio de la comunidad o alguno de sus miembros, a la vez que adquieren las de otros si así lo desearan, profundizando su desarrollo personal y espiritual.  Este tipo de proyecto de vida se establece sobre un núcleo de personas y se va nutriendo de sus miembros, a los que se van agregando y realimentando con aportes de otros nuevos. Pero esto ocurre hasta un número finito que demuestra la práctica en cada caso, más allá del cual, es deseable que vayan conformando otros grupos en otros lugares, ya que no es posible, como se sabe, la sustentabilidad para un gran número de integrantes sin dañar el medio donde se desarrolla la Ecovilla, lo que irá ocurriendo como en las familias donde sus miembros más jóvenes crean sus propios núcleos.  El núcleo fundamental de la Ecovilla tiene una duración y un número ideal perenne.

Dada la transferencia de conocimientos que la Ecovilla busca desarrollar, es como se ven beneficiados también otras comunidades, personas o publico en general.  Es el principio de ayudar a la gente a aprender a ayudarse.  Hoy en día en todo el mundo, universidades, centros de investigación y empresas están encontrando en las Ecovillas un lugar ideal para probar, aplicar y difundir a la población sus ideas, investigaciones, servicios y productos.  Por ello, a diario a través de ellas se presentan nuevas tecnologías, se mejoran y se proyectan al futuro, de manera que haya alternativas a nuestras tecnologías actuales y no sigan alterando el planeta como hasta el presente.

Mucho de lo que años atrás se consideró como un idealismo utópico, son ahora soluciones a las prioridades ambientales brindas por las Ecovillas, como pueden ser sistemas constructivos, tratamientos de efluentes, generación de energía eficiente y limpia, etc.  En las Ecovillas se está probando nuevas tecnologías, y se experimenta a diario hasta lograr sistemas prácticos y sustentables, para transferirlos luego a todos aquellos interesados o grupos similares.   (Regresar al principio de la  página)

Localización

Como ubicación tentativa, se ha elegido a San Alberto, en el Valle de Uspallata, Departamento de Las Heras, Provincia de Mendoza, República Argentina, a unos 120 Km. de la Ciudad de Mendoza.  Un lugar bastante rústico, a unos 2000 metros sobre el nivel del mar, con posibilidad de riego natural con agua de arroyos de deshielo.

Para la mejor coordinación de actividades, también habrá una sede en la Ciudad de Mendoza, de manera de realizar trámites y comunicaciones oficiales con mayor fluidez y efectividad.   (Regresar al principio de la  página)

Antecedentes y fundamentación

Uspallata desde muy antiguo ha sido un lugar de tránsito de múltiples culturas en todas las épocas, lo que se ve reflejado en la toponimia de los nombres utilizados para designar logares aledaños.

Como ejemplo, Uspallata, lleva un nombre quechua donde “uspháyay” es la cosa que al quemarse se convierte en ceniza y “ata” es una partícula que denota lugar o ciudad, o sea es el “ciudad de las cenizas”.  (dícese que esa fue la denominación que se le dio después del paso de los conquistadores).  Un lugar muy próximo, Yalguaraz, parece ser un “préstamo” al huarpe del tupí-guaraní de “aguará”, por el aguará guazú o nombre dado a un lobo.  También Aconcagua tiene varias acepciones, pero se cree viene del Aymará “Janq'uqhawa” o caparazón blanco, lo mismo que Tambillos de “tampu” o alojamiento de tránsito.  Muy cerca al norte, Calingasta, es un nombre compuesto por el “calín” -los calines fueron un pueblo transandino de la región diaguita- y “gasta” que significa pueblo en quechua.

Aunque se han encontrado otros vestigios del Imperio Inca más al sur, es sabido que el Camino del Inca del este, en su extremo más austral termina por estos lugares, enlazando el del oeste a través del Valle del Río Cuevas, Puente del Inca y el Valle de Uspallata.  En varios puntos del Valle hay restos de la traza de este camino real incaico por las ruinas de “tambos” o postas, como son Ranchillos, Tambillos y Tambillitos.  Muchos aseguran que en este Valle además habían lugares de culto o celebraciones como en el Cerro Tunduqueral -un centro energético para muchos-, y también el descubrimiento de momias en el mismo Cerro Aconcagua, ha demostrado que muchas celebraciones ameritaban el viaje hasta allí. 

Lo cierto es que Uspallata es una altiplanicie en forma de valle que cuenta con magníficas vistas panorámicas y paisajes agrestes que dan sensación de inmensidad, quietud y paz.  Posee una villa con una población de unos 4.500 habitantes, y es paso obligado de la ruta bioceánica internacional, del turismo invernal y el andinismo.  Se ha transformado en un sitio visitado todo el año por los más diversos tipos de visitantes y nacionalidades, que viene a desarrollar también las más variadas actividades: aventura, esquí, rafting, escalada, trekking, mountain bike, safaris fotográficos o avistamiento de aves.  Por otro lado, hay también mucho interés de diferentes grupos étnicos y personas en búsqueda de experiencias extra-sensoriales, los que periódicamente se reúnen en diferentes puntos del Valle.  Desordenadamente se está transformando en un centro cultural y turístico.  Muchas personas llegan al Valle para establecerse en busca de paz y tranquilidad, nuevas posibilidades económicas basadas en la artesanía o en micro-emprendimientos, medicinas alternativas, “recarga energética”, o simplemente para disfrutar momentos de  sol o distensión.

Por otro lado, la base poblacional estable de la Villa de Uspallata es de tres tipos: militares de los diferentes cuarteles, operadores de los servicios de infraestructura y turismo, y el resto de la población, de tipo humilde, muchos de ellos agricultores con limitados recursos propios o conocimientos.

El Valle presenta sitios todavía no contaminados o dañados por la presencia humana, lo que evita tener que reconstruir hábitats o sistemas naturales.  Tiene un clima benigno de montaña con aire puro y diáfano.  La vegetación xerófila, achaparrada mantiene un verde casi constante durante todo el año.  La presencia humana se manifiesta desde antaño por la gran cantidad de álamos criollos plantados a modo de cortavientos enmarcando los numerosos potreros donde se plantaba alfalfa y hoy da lugar a cultivos de hortalizas de buena calidad.  Se sabe que antiguamente se cultivaba por estos lugares zapallos, porotos, papa, maíz y quínoa, lo que es un excelente antecedente que revela la capacidad de cultivar alimentos en el Valle y la fertilidad para forestación u obtención de alguna madera para la infraestructura y construcción.

La fauna del lugar no difiere mucho de otros lugares cordilleranos donde habitan guanacos, liebres, zorros, águilas, cóndores algunos choiques, gran variedad de pájaros, peces y también algo de ganadería bobina, equina y caprina introducidos desde hace ya mucho tiempo.  Esto también es un excelente antecedente para le caso que se decida realizar una pequeña granja y se puedan obtener algunos productos alimenticios de origen animal.

El paisaje, aunque de muchas maneras es todavía bastante hostil por ser rural y bastante remoto, creemos que se aproxima mucho al lugar que consideramos ideal para intentar cumplir con nuestros objetivos.  De todas maneras, también se dispone de servicios como energía eléctrica, teléfono, televisión por cable (en la Villa) y por aire, y hasta Internet.  La energía eléctrica es importante para las primeras épocas del desarrollo de la Ecoaldea y hasta generar la propia.  También hay agua limpia para riego -todavía potable-, tierra fértil franca arenosa y mucho sol.

El Valle de Uspallata pertenece al Municipio de Las Heras, un Departamento que está buscando nuevas alternativas de crecimiento y bienestar para sus habitantes.   (Regresar al principio de la  página)

Inconvenientes

Muchos de los inconvenientes que se tienen los asentamientos urbanos actuales estarán en la agenda continua de las actividades de la Ecovilla.  Entre éstos se incluyen el tratamientos de aguas servidas, aguas grises, aguas negras, generación de energía limpia, cultivos orgánicos y desarrollo de pesticidas naturales en los casos que sean necesarios, construcciones habitacionales de bajo costo, etc.  Los objetivos de este emprendimiento siempre han de estar en sintonía con la mejora de lo que se considere inconveniente o problemático para la vida o el desarrollo de las actividades humanas en el marco del ambiente que lo rodee.

Sin embargo, el más serio inconveniente que todos enfrentamos hoy no está motivado por las actividades humanas, sino por el fenómeno del “espejismo” inmobiliario.  En esta época se han encolerizado los valores de todas las propiedades y multiplicado los números a cifras astronómicas por el sólo hecho de ser o parecer “aptos” o “ideales” para “proyectos turísticos” o “emprendimientos productivos”, dejando en muchos casos muy atrás la razonabilidad de los valores por los supuestos retornos por los fondos invertidos.  Esto también se aplica para los fraccionamientos que se están haciendo, lo que multiplica varias veces el valor de una propiedad rural para atomizarla en pequeños lotes pequeños a valores cercanos a los de las propiedades urbanas.  De este modo, predios que hasta hace unos años permanecieron abandonados y tenían valores insignificantes, se maquillan ahora tras estos epítetos rimbombantes y se los hacen aparecer como destinos turísticos, residenciales o agrícolas de renombre, sea en el rincón que fuere, aunque se trate de campos incultos carentes de todo tipo de servicios –como se pueden ver en muchos lugares alejándose de la Villa-, y así permanecen a la venta por mucho tiempo, de mano en mano entre los comisionistas ávidos de encontrar al “gringo de bolsillos profundos” que les proporcione la operación fácil que los “salve”.

Es por ello, y por el hecho que devolveremos un rédito no material a la sociedad, que hemos requerido al Estado poder utilizar un terreno de propiedad pública para llevar adelante el proyecto, sea en concepto de comodato o cesión gratuita por tiempo determinado.  (Regresar al principio de la  página)

Beneficios directos e indirectos

Una Ecoaldea trae aparejado dos tipos de beneficios para el área donde se desarrolla, unos directos y otros indirectos.

Los directos son aquellos que afectan a los habitantes y allegados directos cercanos al proyecto, sean aldeanos, adherentes o colaboradores, beneficiarios de los avances que se hagan en materia de convivencia, aprendizaje, expansión intelectual o espiritual, preservación de la salud, como así también, de logros materiales que la trayectoria de la organización vaya dejando concretados, sean edificaciones, dispositivos, elementos, publicaciones, etc.

Los beneficiarios indirectos resultan de todas las actividades planificadas para la Ecovilla que puedan ser transferidas a quienquiera que desee aprender sobre ellas, y aquellas puedan atenderse en forma directa o indirectamente referentes a las muchas necesidades de la comunidad existentes o que puedan presentarse en el futuro y que coincidan con los objetivos trazados para la misma.   (Regresar al principio de la  página)

Impacto comunitario

Como la Ecovilla ha de transformarse en un centro cultural de transferencia de nuevos conocimientos y prácticas no habituales, se puede mejorar la calidad de vida de toda la comunidad circundante a través de talleres, prácticas vivenciales, cursos, charlas, campamentos, etc.

Por ejemplo, los pobladores de la Villa de Uspallata pueden beneficiarse con las actividades desarrolladas y los avances investigados o implementados en la Ecovilla, ya que todos los temas abarcados por las actividades establecidas en los diferentes Programas y Subprogramas se constituyen la cotidianeidad de la vida de una sociedad contemporánea buscando procurar soluciones realizables y sustentables.

Todas las actividades de los diferentes Subprogramas estarán disponibles a quien esté interesado, sean personas de la Villa, de otros Municipios, de otras provincias, turistas, ecoturistas o visitantes en general.  Habrán soluciones en experimentación, en investigación, algunas ya logradas y otras probadas, pero todas ellas estarán disponibles a quien las requiera de manera de difundirlas y perfeccionarlas.  Es que la idea tras la conformación de una Ecovilla y la solución de problemas cotidianos y de convivencia, no radica en generar una masa de conocimiento propiedad de unas pocas personas, sino que se difundan y multipliquen hasta poder transformarse en algo del dominio público.  De otra manera seguiría siendo la ventaja de los pocos que se lo pudieran costear y no la solución que se necesita a la gran cantidad de problemas que enfrenta la sociedad toda hoy en día.  No buscamos lograr patentes o derechos de autor que luego queden restringidos a un grupo mayor poder adquisitivo, tampoco crear un establecimiento educativo con matriculaciones o certificaciones.  Todo lo realizado se transformará en dominio público y abierto a la comunidad toda, como se dijo toda para su conocimiento, pero también para su perfeccionamiento por aquellos que quieran aportar mejoras -método llamado “open source”.  Es que la transparencia es uno de los valores fundamentales menos perseguido en la era moderna  a pesar de toda la declamación que se haga en todos los niveles, y de allí, lo sombrío del oscurecimiento para quienes no tienen los medios para poder pagar para desarrollarse, estudiar o alcanzar otros objetivos más elevados.  Nosotros buscamos crear además, una conciencia que sea fácilmente asimilable por todos aquellos entren en contacto con la Ecoaldea, de manera que sea fácil para quienes quieran replicar nuestra experiencia en nuevas comunidades o extender el conocimiento, multiplicándolo por dondequiera que vayan.

Por ello, entre nuestros objetivos está esta búsqueda de medios, soluciones y alternativas, que sean económicos, sustentables y al alcance de todos.  No siempre tiene que ser necesario acceder a soluciones efectivas a través de costos elevados o actividades onerosas.  Un ejemplo trivial eran los remedios caseros que se trasmitían en la familia o entre vecinos.  Otro ejemplo contundente es la autopista de Internet, que ha sido la punta de lanza en la comunicación y difusión del conocimiento humano, y hoy es una red donde sus usuarios forman una gran comunidad en que la mayoría pone en línea su aporte por pequeño que sea, y sin costo.  Probado está ya, que quienes quisieron lucrar con la red, fracasaron hasta que no pusieron a disposición de los cibernautas dos áreas, la de dominio público y la pagada.  Una, para cualquiera que quisiera acceder (con suficientes anzuelos y publicidades), y la otra, la onerosa, para los usuarios VIP que de ese modo consiguen información o servicios adicionales.  De a poco muchas actividades dejan de ser rentables al difundirse la información, música, fotos, etc., por redes informales o proximidad.  La creciente deserción de los artistas de los medios discográficos se ha sumado hoy a esta tendencia…   (Regresar al principio de la  página)

Justificación

En los inicios, una Ecoaldea utiliza algunos recursos y materiales manufacturados o tradicionales, de manera de poder tener algunas de las construcciones o servicios disponibles con la suficiente celeridad como para no dilatar las actividades de los Subprogramas inútilmente.  En estos orígenes se necesitan fondos y algo de maquinaria, energía y combustibles, de manera de dotar la Ecoaldea de los servicios básicos para comenzar a funcionar en forma rápida y eficiente.  Con el transcurso del tiempo y con el avance de los diferentes Subprogramas, se va poco a poco alcanzando la autosustentabilidad, y de este modo, pausadamente se van dejando de lado los sistemas tradicionales para dar paso a los desarrollos propios en todas las áreas.  Se puede ejemplificar claramente mediante el uso de la energía: al principio es necesario contar con electricidad de la red para alguna de las máquinas, pero esto se hace hasta que se hacen las instalaciones de baja tensión conectadas a los sistemas propios de generación que se implementan en el corto plazo.

En general, una vez que se establecen las responsabilidades sobre los diferentes Subprogramas se puede planificar más detalladamente las necesidades y los elementos que se han de requerir.

En todos los casos, al adoptar una modalidad de operación como las de las Ecovillas, se redunda en mejores resultados que si se contratara a diferentes personas para llevar a cabo alguno de los programas, ya que en estas comunidades se parte de la concepción de un cambio necesario, se tiene la cohesión del respeto mutuo por las actividades que cada uno realiza y produce además una mutua admiración.  Esto, se suma a los principios mencionados de transferencia de conocimientos, y enriquece por partida doble.  Todos avanzan en el conocimiento adquirido por alguno de los integrantes, pudiendo aprender algo en profundidad sin tener que realizar cada uno la propia experiencia.  Pero esto no indica que lo que cada uno investigue, encuentre o desarrolle será la única opción, ya que por ser un ambiente abierto y sin recelos, cualquiera puede aportar algo o sugerir mejoras en los sistemas o esquemas de otro integrante.

Otro aspecto fundamental de la concepción de desarrollos dentro de la Ecoaldea que se precie, es pretender transferir los conocimientos de la forma menos onerosa posible a todos los que manifiesten su interés también fuera de la Ecoaldea, resultando en una mejor diseminación de los conocimientos a la vez que se abre un amplio espectro para los aportes y mejoras, ya que prácticamente no hay barreras a la información o los avances que se hagan en el seno de la organización.

Los integrantes de este emprendimiento social y cultural, como en casi todos los de este tipo, somos profesionales de diferentes extracciones que desean “dar el salto” –como se dice comúnmente en estos ámbitos al “lanzarse” a uno de estos proyectos autosustentables.  También, en general ninguno de nosotros, los que difundimos este tipo de proyectos, es una persona de amplios recursos económicos, pero por otro lado, cada uno posee una polifacética experiencia y un extenso curriculum con actividades en varias disciplinas, lo que nos califica para llevar adelante proyectos de características multidisciplinarias.   (Regresar al principio de la  página)

 

2.  Programas y Subprogramas

Programas

Los programas principales apuntan al desarrollo de siete áreas determinadas:

  1. Sustento

  2. Construcción

  3. Indumentaria

  4. Salud

  5. Sociocultura.

  6. Servicios

  7. Tecnología

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Subprogramas

La autogestión de las actividades en la Ecovilla estarán agregadas en “Programas”: Alimentación, Vestimenta, Medicina, Energía, Cultura, Comunicaciones y Transporte, cada uno de los cuales encierra tareas y actividades individuales y propias o “Subprogramas”.  De todas maneras, siempre se busca fomentar la interdisciplinariedad e interacción en cada una de ellos, con una autogestión independiente de los modelos imperantes socio-políticos de moda, de manera de enriquecer a los integrantes con otras actividades, disciplinas o conocimientos.

El equilibrio y armonía entre estos Subprogramas, donde se buscará un equilibrio sin diferenciaciones o ponderaciones de ninguna especie, esto es lo que mantiene la cohesión entre los integrantes de la Ecovilla y las respectivas actividades que cada uno realiza, ya que ninguna es de mayor importancia que otra y hay una valorización del esfuerzo individual necesario en todos sus estamentos.  Cada aporte o tarea es necesaria para el funcionamiento armónico de la totalidad.

Por ejemplo en el Programa de Sustento se incluyen segmentos de agricultura con especies originales, alimentos autóctonos, hierbas aromáticas y medicinales, o etnobotánica, como así también ganadería en una escala pequeña de animales de granja y obtención de algunos productos lácteos.  En el segmento de Construcción se investiga la vivienda económica que pueda ser construida con un mínimo presupuesto y ser una alternativa social.  Lo mismo que Indumentaria buscará extender los conocimientos de la confección, la artesanías de los tejidos y soluciones a los problemas de costos de los insumos.

En Salud se buscará dar alivio a los malestares de vecinos a través de medicina tradicional o natural, a la vez que se tratará de difundir conceptos y actividades que redunden en un mejor bienestar general y la prevención de enfermedades.

Sociocultura es para actividades culturales y sociales comunales o intercomunales, a través de talleres, música, danza, teatro o arte.   (Regresar al principio de la  página)

Beneficiarios

Es claro que las actividades de la Ecovilla como se dijo, no son solamente para beneficio propio de los aldeanos, sino para la comunidad toda, sea cercana o remota, a través de la difusión de actividades o talleres en el lugar o en otros lugares, a través del turismo o el ahora creciente eco-turismo.

Por otro lado, también toda la comunidad del entorno se ve beneficiada por las actividades de salud desarrolladas en el lugar, y las de difusión de conocimientos de interés general o particular, donde se ven favorecidos los sectores menos privilegiados de la población teniendo acceso a información y medios que antes les eran negados o no habían tenido acceso.   (Regresar al principio de la  página)

 

 

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